Contexto General
Los signos vitales son indicadores cuantitativos de ciertos parámetros fisiológicos como la temperatura interna, la presión sanguínea, la frecuencia cardiaca y respiración. La monitorización de estos parámetros es de carácter imperativo. Uno de los espacios en donde se necesita controlarlos es en las cirugías, en donde se interviene a un paciente para poder curar algún problema de salud. Uno de los grandes retos se desarrolla específicamente en las cirugías pediátricas, puesto que los niños tienden a fluctuar sus signos vitales de manera más peligrosa que en casos con usuarios adultos. Los pacientes pediátricos tienen grasa subcutánea más delgada y una proporción más alta entre áreas superficiales y peso corporal, además de que la pérdida de calor en ellos es más rápida que en las personas mayores. Asimismo, con la aplicación de anestesia general en las intervenciones quirúrgicas es más probable que se observen casos de hipotermia debido a lo explicado anteriormente [1].
Según el Informe de evaluación anual del plan operativo institucional 2018 del INSNSB,
Se registraron pacientes derivados a los diferentes departamentos de cirugía dentro del instituto. En el caso de cirugías cardiacas, se documentaron 479 intervenciones. Por otro lado, en el eje neonatal se contabilizaron 1082 intervenciones [2]. Esto refleja la gran cantidad de pacientes pediátricos que se someten a cirugías que involucran el uso crítico de monitores de signos vitales. Una de las mayores dificultades que ha observado el INSNSB respecto al sector salud, específicamente en el área de cirugía, es la necesidad de adecuar la infraestructura de las salas de intervenciones quirúrgicas, modernización de los sistemas y herramientas, mejorar la adquisición de insumos y suministros médicos y medicamentos: no solo son una realidad local, sino también una nacional. Además, estas carencias surgen como efectos colaterales de la falta latente de presupuesto económico y la alta demanda poblacional que existe actualmente en el Perú.
Contexto Social
En el contexto social de cirugías pediátricas, existen diversos factores que se deben de considerar como son la comunicación con el médico, la familia, el paciente y el entorno en donde se desarrolla la intervención. Durante la etapa pediátrica, la familia actúa como ente de apoyo, primordialmente emocional; por ello, es importante que los padres reciban información completa y entendible acerca de los procedimientos quirúrgicos a realizar. El propósito es capacitar a la familia para transmitir tranquilidad y evitar el estrés o sufrimiento en el niño [3].
Asimismo, según el INEI la tasa de mortalidad infantil hasta el 2018 en Perú era del 15%, y en provincias como Puno, Cusco, Loreto, Cajamarca y Huancavelica, se encontraron las tasas más alta de mortalidad infantil, causados por cirugías pediátricas, infecciones respiratorias agudas, deficiencia nutricionales, etc [4], siendo estos departamentos los que no suelen tener buen equipamiento médico por lo que implementar buenos equipos biomédicos es esencial para poder disminuir estas tasas de mortalidad.
Finalmente, en el INSNSB durante el año 2018, se registró el fallecimiento de 20 neonatos de un total de 276 egresados. Dicha cifra representa el 7.25% del total de egresados que, aunque esté por debajo del porcentaje esperado de 8.50%, aún representa una considerable cantidad de pacientes [2].
El sistema de salud peruano ha demostrado avances hacia la disminución de la mortalidad infantil durante intervenciones médicas. Sin embargo, las diversas dificultades persistentes en centros médicos como espacios reducidos o dispositivos desactualizados abren paso a la necesidad de desarrollo de nuevos métodos económicos y multiuso para potenciar la calidad de servicio a los pacientes.
Contexto Económico
En cuanto al contexto económico, el Perú tiene una gran desventaja en comparación a los países vecinos latinoamericanos y otros primermundistas [3]. Por otro lado, con la llegada de la pandemia a principios del 2020, se ha dejado de lado varios problemas de salud que son esenciales para el diagnóstico y su tratamiento respectivo.
Instituto Peruano de Economía
“Antes de la pandemia, el Perú ya exhibía brechas en la calidad de su sistema de salud. De acuerdo con cifras del Ministerio de Salud, el país contaba con 13,6 médicos por cada diez mil habitantes. Asimismo, se registraban apenas 0,4 camas de cuidados intensivos (UCI) por cada cien mil habitantes. El déficit se replicaba también en términos de equipamiento donde, según datos de la Organización Panamericana de la Salud, el país tenía cinco ventiladores mecánicos por cada cien mil habitantes.” [3]
Esto evidencia claramente la deficiencia en el sistema de salud peruano y en la gran necesidad que existe de implementar y abastecer con nuevas tecnologías que estén también enfocadas en la cirugía pediátrica.
Propuesta de Solución
![](assets/img/propuesta.png)
Fuente: Elaboración del grupo.
Hito 1
Dispositivo SockTec
![](assets/img/propuestaf.jpg)
Fuente: Elaboración del grupo.
Presentación
Fuente: Elaboración del grupo.
Vídeo
Fuente: Elaboración del grupo.
Informe
Fuente: Elaboración del grupo.